¿Pero acaso no se da educación sexual apropiada en las escuelas públicas y privadas? Los hechos aplastan a las respuestas positivas de esta pregunta. Puesto que El Ministerio de Salud ha agregado en sus principales objetivos, de políticas públicas, disminuir los embarazos adolescentes. Este precepto no viene dado por la casualidad, sino por cifras del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), en donde expuso en el 2009, que un total de 21,534 adolescentes dieron a luz. Así, de ese total, 997 corresponden a niñas entre 10 y 14 años de edad; mientras que los restantes (20,537) fueron de adolescentes entre 15 y 19 años de edad.
Pero aquí el problema no es tener hijos. El problema se masifica cuando los hijos no se pueden educar de manera adecuada y las posibilidades de desarrollo humano quedan en lo predecible. Por esto, este no es un tema fácil de tratar. Puesto que la educación sexual tendrá que ser algo natural en las escuelas, una situación fluida con los maestros y padres de familia. Allí es donde los cambios de estructura afectan la cultura, las costumbres y lo esperado. Sin embargo, La perspectiva es sencilla, así como se aprende del sistema digestivo y su funcionamiento, de igual forma; se debería conocer el aparato reproductivo y lo que conlleva el buen uso de éste.
Aunque en El Salvador las palabras pene y vagina en una sola oración es sinónimo de inmoralidad. Son temas tabúes que son presentes en la sociedad salvadoreña. Que de conservadora no tenemos nada, sino todo lo contrario. Quizás está por demás decir que en países en donde estos temas son expuestos con normalidad y profesionalismo, las relaciones sexuales se empiezan a una edad más tardada. Por la simple razón que no se genera un morbo producido por la ignorancia. Un morbo que termina en 30 de cada 100 embarazos en El Salvador.
Es por esta razón que el artículo fue titulado como “embarazos intelectuales”. Aludiendo a la metáfora que una sociedad informada correctamente no tendrá embarazos adolescentes indeseables. Serán salvadoreños que fueron pensados y planeados bajo el razonamiento de una población prudente. Basados en todos los aspectos que afectan la vida diaria y que solo se pueden combatir bajo la sombra del razonamiento.